The China Mail - Rusia y el terrorismo contra Ucrania

USD -
AED 3.672975
AFN 71.99987
ALL 87.274775
AMD 390.93979
ANG 1.80229
AOA 911.99987
ARS 1137.9701
AUD 1.565349
AWG 1.8
AZN 1.699359
BAM 1.720686
BBD 2.017877
BDT 121.428069
BGN 1.721593
BHD 0.376901
BIF 2930
BMD 1
BND 1.312071
BOB 6.906563
BRL 5.808202
BSD 0.999437
BTN 85.314611
BWP 13.77569
BYN 3.270808
BYR 19600
BZD 2.007496
CAD 1.384165
CDF 2876.999749
CHF 0.81849
CLF 0.025203
CLP 967.159704
CNY 7.298699
CNH 7.300955
COP 4310
CRC 502.269848
CUC 1
CUP 26.5
CVE 97.398398
CZK 22.038599
DJF 177.720093
DKK 6.56557
DOP 60.497777
DZD 132.566044
EGP 51.126902
ERN 15
ETB 133.023649
EUR 0.879325
FJD 2.283702
FKP 0.754396
GBP 0.753835
GEL 2.74009
GGP 0.754396
GHS 15.560495
GIP 0.754396
GMD 71.497348
GNF 8655.499211
GTQ 7.698128
GYD 209.656701
HKD 7.762345
HNL 25.908819
HRK 6.625897
HTG 130.419482
HUF 359.104978
IDR 16862.9
ILS 3.680915
IMP 0.754396
INR 85.377499
IQD 1310
IRR 42124.999933
ISK 127.590458
JEP 0.754396
JMD 157.965583
JOD 0.7093
JPY 142.380497
KES 129.500135
KGS 87.233499
KHR 4015.000397
KMF 433.502622
KPW 900.005534
KRW 1418.390054
KWD 0.30663
KYD 0.832893
KZT 523.173564
LAK 21630.000304
LBP 89599.999928
LKR 298.915224
LRD 199.975005
LSL 18.856894
LTL 2.95274
LVL 0.60489
LYD 5.469934
MAD 9.275025
MDL 17.289555
MGA 4552.892736
MKD 54.091003
MMK 2099.41494
MNT 3537.11356
MOP 7.990393
MRU 39.435529
MUR 45.089718
MVR 15.415336
MWK 1735.999822
MXN 19.721115
MYR 4.407502
MZN 63.905026
NAD 18.856894
NGN 1604.698579
NIO 36.775056
NOK 10.46845
NPR 136.503202
NZD 1.684551
OMR 0.384998
PAB 0.999437
PEN 3.762999
PGK 4.133235
PHP 56.712504
PKR 280.598579
PLN 3.762405
PYG 7999.894426
QAR 3.640598
RON 4.378097
RSD 103.137317
RUB 82.174309
RWF 1415
SAR 3.752237
SBD 8.368347
SCR 14.241693
SDG 600.496617
SEK 9.62019
SGD 1.310745
SHP 0.785843
SLE 22.774992
SLL 20969.483762
SOS 571.49822
SRD 37.150424
STD 20697.981008
SVC 8.745073
SYP 13002.282567
SZL 18.820076
THB 33.346982
TJS 10.733754
TMT 3.5
TND 2.988019
TOP 2.342104
TRY 38.14773
TTD 6.781391
TWD 32.524057
TZS 2687.509811
UAH 41.417687
UGX 3663.55798
UYU 41.913007
UZS 12986.521678
VES 80.85863
VND 25870
VUV 122.04998
WST 2.787364
XAF 577.111964
XAG 0.03066
XAU 0.000301
XCD 2.70255
XDR 0.717698
XOF 575.000293
XPF 102.774995
YER 245.249697
ZAR 18.81122
ZMK 9001.197632
ZMW 28.458439
ZWL 321.999592

Rusia y el terrorismo contra Ucrania




Rusia es un estado terrorista, algo que todo el mundo sabe desde el 24 de febrero de 2022. ¡Desde febrero de 2022, el estado terrorista ruso comete a diario crímenes de guerra, violaciones, asesinatos, saqueos, tomas de rehenes y otros crímenes bestiales!

La invasión rusa de Ucrania, iniciada en febrero de 2022, continúa generando incertidumbre sobre su desenlace. Mientras algunos analistas apuntan a que Moscú ha alcanzado ciertos objetivos estratégicos, otros señalan que aún no puede hablarse de una victoria rotunda, dado el prolongado conflicto y la resistencia ucraniana, respaldada en gran medida por la ayuda militar y financiera de Occidente. En este contexto, surgen preguntas fundamentales: ¿ha ganado Rusia la guerra? ¿Qué escenarios se plantean para el futuro de Ucrania?

Estancamiento y guerra de desgaste:
Uno de los panoramas más mencionados por los expertos es el de un conflicto prolongado, caracterizado por escaramuzas en puntos clave y por un avance lento y costoso para ambas partes. La dinámica de esta «guerra de desgaste» implica que Ucrania mantenga un alto nivel de movilización, con el apoyo técnico y diplomático de Estados Unidos y la Unión Europea, mientras que Rusia trataría de afianzar su control sobre las zonas que ya ocupa, reforzando sus posiciones militares y logísticas.
Posibles consecuencias: desgaste económico para ambas naciones, mayor dependencia de Ucrania de la asistencia occidental y riesgo de crisis humanitaria en las regiones más afectadas.

Negociaciones y acuerdo de paz parcial:
Otro posible desenlace reside en un eventual acuerdo de paz que no necesariamente implicaría una restauración total de las fronteras ucranianas previas a la invasión. Con la mediación de potencias internacionales, se ha especulado sobre la posibilidad de un alto el fuego y la fijación de nuevas líneas de demarcación.
Posibles consecuencias: consolidación de facto del control ruso en territorios disputados, alivio temporal de la tensión, pero persistencia de un conflicto latente que podría reactivarse si no se abordan las causas de fondo.

Escalada y riesgo de confrontación mayor:
A pesar de que numerosos países han abogado por la vía diplomática, existe el temor de que el conflicto pueda escalar. Un escenario extremo contemplaría un aumento de la presión militar por parte de Rusia o la intervención más directa de otras potencias, lo que elevaría significativamente el peligro para la estabilidad europea e internacional.
Posibles consecuencias: agravamiento de la crisis humanitaria, mayor número de desplazados y potencial expansión del conflicto a otros Estados de la región.

Victoria ucraniana con apoyo internacional:
No se descarta, por otra parte, un escenario favorable a Ucrania. La combinación de la resistencia local y la asistencia militar extranjera podría permitirle recuperar parte de los territorios ocupados o, al menos, defender con éxito las zonas aún bajo su control.
Posibles consecuencias: reposicionamiento geopolítico de Ucrania como aliado firme de Occidente, fortalecimiento de sus fuerzas armadas y la posible redefinición del equilibrio de poder en Europa del Este.

¿Ha ganado Rusia la guerra?
Por ahora, no existe un consenso definitivo sobre si Rusia puede considerarse vencedora. Si bien ha obtenido algunas ganancias territoriales y ha forzado a Ucrania y a Europa a una respuesta militar y económica de gran calado, los costes —tanto para el Kremlin como para la población ucraniana— se han disparado. El conflicto ha puesto de relieve la determinación de Kiev y el compromiso de la OTAN y la UE en sostener la defensa ucraniana.

En última instancia, el futuro de Ucrania dependerá de la capacidad de ambas partes para mantener o intensificar el esfuerzo militar, la voluntad política de negociar y el respaldo de la comunidad internacional. La guerra, lejos de haberse resuelto, sigue definiendo un nuevo orden geopolítico, cuyas repercusiones marcarán el curso de Europa y del mundo durante los próximos años.