The China Mail - Rusia y el terrorismo contra Ucrania

USD -
AED 3.673032
AFN 72.335392
ALL 89.301838
AMD 391.080202
ANG 1.790208
AOA 911.999785
ARS 1076.644291
AUD 1.603361
AWG 1.8
AZN 1.701832
BAM 1.766007
BBD 2.019991
BDT 121.555243
BGN 1.75657
BHD 0.376894
BIF 2973.958898
BMD 1
BND 1.336909
BOB 6.912867
BRL 5.925503
BSD 1.00047
BTN 86.155305
BWP 14.110285
BYN 3.274009
BYR 19600
BZD 2.009589
CAD 1.40024
CDF 2874.999666
CHF 0.83313
CLF 0.025645
CLP 984.130148
CNY 7.35005
CNH 7.31596
COP 4333.2
CRC 514.411095
CUC 1
CUP 26.5
CVE 99.564774
CZK 22.458005
DJF 177.973218
DKK 6.684098
DOP 61.951457
DZD 132.858969
EGP 51.363101
ERN 15
ETB 131.931846
EUR 0.89561
FJD 2.298397
FKP 0.783049
GBP 0.77204
GEL 2.755017
GGP 0.783049
GHS 15.506095
GIP 0.783049
GMD 71.516576
GNF 8660.201539
GTQ 7.718494
GYD 209.304005
HKD 7.760655
HNL 25.919438
HRK 6.747397
HTG 130.656987
HUF 365.160979
IDR 16802.15
ILS 3.75725
IMP 0.783049
INR 86.163151
IQD 1310.542854
IRR 42100.000116
ISK 129.559606
JEP 0.783049
JMD 158.279683
JOD 0.708897
JPY 144.686503
KES 129.50032
KGS 87.450136
KHR 4006.356717
KMF 449.498055
KPW 900.013215
KRW 1449.84036
KWD 0.30729
KYD 0.833695
KZT 516.185248
LAK 21672.430451
LBP 89638.190864
LKR 297.161123
LRD 200.083071
LSL 19.436824
LTL 2.95274
LVL 0.60489
LYD 5.559644
MAD 9.47117
MDL 17.772781
MGA 4546.316445
MKD 55.295667
MMK 2099.267437
MNT 3510.035407
MOP 7.997093
MRU 39.579947
MUR 45.10436
MVR 15.409932
MWK 1734.788321
MXN 20.494601
MYR 4.468022
MZN 63.90255
NAD 19.436649
NGN 1601.120059
NIO 36.813306
NOK 10.808415
NPR 137.850796
NZD 1.739835
OMR 0.38499
PAB 1.000461
PEN 3.718081
PGK 4.073211
PHP 57.323004
PKR 280.622223
PLN 3.823385
PYG 8012.858136
QAR 3.646871
RON 4.456699
RSD 104.917983
RUB 84.371981
RWF 1441.741612
SAR 3.753957
SBD 8.323254
SCR 14.330026
SDG 600.497835
SEK 9.872265
SGD 1.33155
SHP 0.785843
SLE 22.75969
SLL 20969.501083
SOS 571.748474
SRD 36.939809
STD 20697.981008
SVC 8.754108
SYP 13002.318778
SZL 19.426084
THB 33.8635
TJS 10.869722
TMT 3.51
TND 3.049175
TOP 2.342102
TRY 37.914988
TTD 6.792899
TWD 32.806956
TZS 2668.745034
UAH 41.452848
UGX 3686.748293
UYU 42.971431
UZS 12979.015422
VES 73.26593
VND 25765
VUV 126.180859
WST 2.884176
XAF 592.291578
XAG 0.032111
XAU 0.000317
XCD 2.70255
XDR 0.742612
XOF 592.302275
XPF 107.685918
YER 245.298559
ZAR 19.48735
ZMK 9001.200973
ZMW 28.207027
ZWL 321.999592

Rusia y el terrorismo contra Ucrania




Rusia es un estado terrorista, algo que todo el mundo sabe desde el 24 de febrero de 2022. ¡Desde febrero de 2022, el estado terrorista ruso comete a diario crímenes de guerra, violaciones, asesinatos, saqueos, tomas de rehenes y otros crímenes bestiales!

La invasión rusa de Ucrania, iniciada en febrero de 2022, continúa generando incertidumbre sobre su desenlace. Mientras algunos analistas apuntan a que Moscú ha alcanzado ciertos objetivos estratégicos, otros señalan que aún no puede hablarse de una victoria rotunda, dado el prolongado conflicto y la resistencia ucraniana, respaldada en gran medida por la ayuda militar y financiera de Occidente. En este contexto, surgen preguntas fundamentales: ¿ha ganado Rusia la guerra? ¿Qué escenarios se plantean para el futuro de Ucrania?

Estancamiento y guerra de desgaste:
Uno de los panoramas más mencionados por los expertos es el de un conflicto prolongado, caracterizado por escaramuzas en puntos clave y por un avance lento y costoso para ambas partes. La dinámica de esta «guerra de desgaste» implica que Ucrania mantenga un alto nivel de movilización, con el apoyo técnico y diplomático de Estados Unidos y la Unión Europea, mientras que Rusia trataría de afianzar su control sobre las zonas que ya ocupa, reforzando sus posiciones militares y logísticas.
Posibles consecuencias: desgaste económico para ambas naciones, mayor dependencia de Ucrania de la asistencia occidental y riesgo de crisis humanitaria en las regiones más afectadas.

Negociaciones y acuerdo de paz parcial:
Otro posible desenlace reside en un eventual acuerdo de paz que no necesariamente implicaría una restauración total de las fronteras ucranianas previas a la invasión. Con la mediación de potencias internacionales, se ha especulado sobre la posibilidad de un alto el fuego y la fijación de nuevas líneas de demarcación.
Posibles consecuencias: consolidación de facto del control ruso en territorios disputados, alivio temporal de la tensión, pero persistencia de un conflicto latente que podría reactivarse si no se abordan las causas de fondo.

Escalada y riesgo de confrontación mayor:
A pesar de que numerosos países han abogado por la vía diplomática, existe el temor de que el conflicto pueda escalar. Un escenario extremo contemplaría un aumento de la presión militar por parte de Rusia o la intervención más directa de otras potencias, lo que elevaría significativamente el peligro para la estabilidad europea e internacional.
Posibles consecuencias: agravamiento de la crisis humanitaria, mayor número de desplazados y potencial expansión del conflicto a otros Estados de la región.

Victoria ucraniana con apoyo internacional:
No se descarta, por otra parte, un escenario favorable a Ucrania. La combinación de la resistencia local y la asistencia militar extranjera podría permitirle recuperar parte de los territorios ocupados o, al menos, defender con éxito las zonas aún bajo su control.
Posibles consecuencias: reposicionamiento geopolítico de Ucrania como aliado firme de Occidente, fortalecimiento de sus fuerzas armadas y la posible redefinición del equilibrio de poder en Europa del Este.

¿Ha ganado Rusia la guerra?
Por ahora, no existe un consenso definitivo sobre si Rusia puede considerarse vencedora. Si bien ha obtenido algunas ganancias territoriales y ha forzado a Ucrania y a Europa a una respuesta militar y económica de gran calado, los costes —tanto para el Kremlin como para la población ucraniana— se han disparado. El conflicto ha puesto de relieve la determinación de Kiev y el compromiso de la OTAN y la UE en sostener la defensa ucraniana.

En última instancia, el futuro de Ucrania dependerá de la capacidad de ambas partes para mantener o intensificar el esfuerzo militar, la voluntad política de negociar y el respaldo de la comunidad internacional. La guerra, lejos de haberse resuelto, sigue definiendo un nuevo orden geopolítico, cuyas repercusiones marcarán el curso de Europa y del mundo durante los próximos años.