

Los fieles empiezan a despedirse del papa Francisco
El féretro del papa Francisco fue trasladado este miércoles en procesión desde la residencia de Santa Marta, donde falleció el lunes a los 88 años, a la basílica de San Pedro para que los fieles puedan darle su último adiós.
Portado a hombros, el ataúd con sus restos mortales abandonó la capilla de Santa Marta acompañado de cardenales y guardias suizos en procesión hasta la vecina basílica, donde los fieles podrán velarlo hasta el viernes.
Al son de las campanas, el primer pontífice latinoamericano inicia así su último viaje que concluirá el sábado con su entierro en la basílica de Santa María la Mayor de Roma, el primero de un papa fuera del Vaticano desde León XIII en 1903.
- "Esperábamos verlo" -
Días después de su deceso por un ictus a primera hora del lunes, la tristeza sigue viva entre los creyentes católicos, máxime cuando la víspera se había dado un baño de multitudes con motivo del Domingo de Resurrección.
Al sacerdote brasileño Bruno Átila, de 38 años, le pilló el anuncio de la muerte cuando se disponía a viajar a Italia para la canonización de Carlo Acutis, el primer santo milenial, ahora suspendida.
"Esperábamos verlo y reunirnos con él en algún momento", explicó a AFP Átila, para quien Francisco llevó a Roma "esta forma de ser Iglesia en Latinoamérica" y abrió una "nueva ventana" al insistir en temas como la acogida o la compasión.
A primera hora de la mañana, cientos de fieles esperaban ya en la barroca plaza de San Pedro para acceder a partir de las 11H00 a la basílica homónima y presentar sus respetos al difunto, cuyo ataúd se situará ante el imponente baldaquino de Bernini.
A diferencia de sus predecesores, su cuerpo no se depositará en un catafalco para su velatorio, a petición expresa del líder espiritual de 1.400 millones de católicos en el mundo, que aspiraba a una mayor sencillez y sobriedad en los ritos.
- "Último capitán de la Iglesia" -
Jorge Mario Bergoglio yace además dentro de un ataúd abierto de madera y zinc ataviado con una casulla roja y una mitra blanca, y con un rosario entre las manos, según las imágenes difundidas el martes por el Vaticano.
Ante la marea humana prevista, las autoridades desplegaron este miércoles varias medidas: barreras metálicas para canalizar la llegada de visitantes, distribución de botellas de agua y un refuerzo de los controles de seguridad, entre otras.
Roma se prepara para acoger a decenas de miles de católicos en los próximos días. Cuando su predecesor Benedicto XVI falleció el 31 de diciembre de 2022, 200.000 personas se recogieron ante su ataúd.
Pero con su estilo austero y cordial, el papa venido "del fin del mundo" despertó un mayor fervor popular durante sus 12 años de pontificado, que le valió también críticas del sector más conservador de la Iglesia católica.
Los partidos de las fases de grupo de las Copas Libertadores y Sudamericana observarán esta semana un minuto de silencio, en nuevos homenajes del mundo del fútbol al "último capitán de la Iglesia" como el de su amado club San Lorenzo de Almagro.
- Reunión de cardenales -
Desde su fallecimiento, los homenajes a su figura y su legado se suceden por el mundo, y muchos dirigentes ya anunciaron que viajarán al Vaticano para la misa funeral prevista el sábado en la mañana en la plaza de San Pedro.
Uno de los primeros fue el estadounidense Donald Trump, a quien Francisco criticó por su política antiinmigrantes. El argentino Javier Milei, que insultó incluso en el pasado a su compatriota, también asistirá a las exequias.
Otros de los dirigentes previstos son el brasileño Luiz Inácio Lula da Silva, el ecuatoriano Daniel Noboa y el francés Emmanuel Macron, así como el rey Felipe VI de España y el secretario general de la ONU, António Guterres, entre otros.
El ministro italiano del Interior, Matteo Piantedosi, aseguró que las autoridades esperan la llegada a Roma de entre 150 y 170 delegaciones extranjeras, así como de decenas de miles de personas más.
El deceso del nativo del barrio porteño de Flores, que nunca pudo regresar a su país natal como pontífice, también activó la cuenta atrás para escoger a su sucesor en la sede de San Pedro.
El cónclave, todavía sin fecha, para elegir al nuevo sumo pontífice debe celebrarse en un plazo de entre 15 y 20 días desde su muerte. Más de dos tercios de los 135 cardenales electores fueron nombrados por el difunto papa.
Unos 60 purpurados presentes ya en Roma participaron el martes en una primera "congregación general" para elegir la fecha del funeral y otra nueva reunión, con el camarlengo Kevin Farrell al frente, está prevista este miércoles por la tarde.
O.Tse--ThChM